miércoles, 20 de noviembre de 2019

Tema 1: La LOE y la LOMCE centradas en las lenguas

En España hemos tenido cuatro leyes generales de educación, además de otras leyes de ampliación o resolución de situaciones, en los últimos 20 años. Se está creando una ley educativa cada vez que accede al gobierno un partido político nuevo, instaurando sus valores y sin consultar a los profesionales en el campo de la educación. Dado el poco espacio de tiempo entre una ley y otra, es complicado comprobar y analizar la eficacia y resultados de dichas leyes. En la actualidad tenemos en vigor la Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006 aprobada por el Partido Socialista (PSOE), que se vio modificada por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), propuesta por el Partido Popular en 2013. En esta entrada nos centraremos en comparar y analizar ambas leyes educativas, centrándonos en el ámbito de las lenguas extranjeras.

Ambas leyes tienen como objetivo principal mejorar la calidad de la educación, buscando la convergencia con los países desarrollados, sobretodo con los pertenecientes a la Unión Europea. Sin embargo, el concepto que se tiene por educación de calidad y cómo llevarla a cabo diverge entre una ley y otra, debido a motivos de ideología y diversidad de opiniones.

En el preámbulo, la LOE define la educación como un proceso que tiene como objetivo desarrollar la personalidad, identidad, capacidades e ideología del alumnado, procurando que exista un acceso a la educación equitativo, en igualdad de oportunidades y flexible.

En la LOMCE, sin embargo, se insiste en la idea de que cada alumno y alumna posee un talento diferente al resto, y que el objetivo del sistema educativo es servirse de mecanismos para reconocerlo y potenciarlo, con el fin de lograr su empleabilidad y su desarrollo personal y profesional. Esta visión de la educación que presenta la LOMCE, es una visión individualista y segregadora del alumnado, pretendiendo crear individuos competitivos globalmente y que proporcionen beneficio económico al país.

Centrándonos en la enseñanza de lenguas extranjeras que se recoge en ambas leyes, observamos que el estudio de una lengua extranjera es obligatorio desde la etapa infantil hasta bachillerato. Por lo tanto, el alumnado español que completa bachillerato tiene diez años para aprender y alcanzar un dominio considerable de una lengua extranjera. Sin embargo, en otros países donde el tiempo dedicado al estudio de lenguas extranjeras es menor, el alumnado consigue un mejor nivel, haciéndonos ver que la metodología de la enseñanza de lenguas en España, no funciona.

En la LOMCE se habla de plurilingüismo, incidiendo en la necesidad de dominar al menos, una segunda lengua extranjera, con el fin de ser más competitivo y conseguir un empleo ya que el dominio de varias lenguas es crucial en un mundo globalizado como el actual. Con esta nueva incorporación de la LOMCE, el estudio de una segunda lengua extranjera es obligatorio en el primer ciclo de ESO, pasando después a ser optativo. Cabe destacar que lo que pretende la LOMCE es preparar a los alumnos para que sean competitivos y logren un empleo “de alta cualificación” que genere un alto nivel productivo y beneficio económico, como explicamos anteriormente.

Incluso, en la LOMCE, se habla de una tercera lengua extranjera, pero como mencionamos anteriormente, la enseñanza de lenguas en España no funciona y nuestro alumnado no consigue los niveles esperados, así que, ¿Qué sentido tiene aumentar el número de lenguas? ¿No sería mejor y más eficiente, mejorar la enseñanza de las que ya se imparten?

Es interesante mencionar que en ninguno de los dos documentos se habla de las escuelas de idiomas o se hace muy por encima, a pesar de que forman parte del sistema educativo público. Esto puede deberse a que se consideran enseñanzas específicas y cuentan con un currículo propio. Sin embargo, la Formación Profesional también presenta un currículo específico y en la LOMCE se le da muchísima importancia, procurando fomentarla entre los estudiantes.

Hemos visto cómo la ideología de los partidos políticos marca las directrices que siguen las leyes educativas, y esto me parece totalmente improductivo. La educación no debería cambiar en función del partido político que gobierne, los partidos deberían marcar una serie de puntos en los que estuviesen de acuerdo para que las leyes no sufrieran cambios y se pudiesen mantener durante años, ya que no me parece positivo estar cambiando las leyes, debido al gasto en recursos, la dificultad del profesorado para adaptarse a las nuevas normas, etc. Solo se deberían cambiar las leyes cuando surgen problemas considerables en el sistema educativo o la ley resulta anticuada.

Espero que esta entrada sirva para proporcionar información sobre las dos leyes educativas y propicie la reflexión y el análisis. Aquí os dejo este juego estilo oca, en el que los jugadores deben contestar a una serie de preguntas sobre la LOE, la LOMCE y las TIC, para poder avanzar. Enlace al juego con las respuestas. 

1 comentario:

  1. Estimada Sara,

    Grazas por dar pé ao debate respecto a cuestión das dúas últimas leis educativas, especialmente no que se refire ao ensino das linguas estranxeiras. Non podería estar máis dacordo co teu análisis de ambas leis orgánicas, xa que independentemente de quen ostente a maioría no Congreso dos diputados; a educación como ben común que é de tódolos/as cidadás do Estado, deberían ter uns mínimos inamovibéis. O sistema educativo debería contar cunha lexislación independente aos partidos políticos que ostenten o poder, xa que resulta incuestionábel que as reformas educativas obedecen a uns intereses partidistas alleos a cuestión educativa.

    Por estes motivos, considero o ensino se convirte nunha ferramenta propagandística, que forma parte dos programas electorais dos distintos partidos. Humildemente considero, que esta cuestión non se pode tomar a lixeira xa que a educación non debe estar nas mans dunha minoría que pretende representar a maioría. Aínda que son os propios centros e os profesionais docentes quen se deben adiantar aos lexisladores, a lexislación educativa debe conter unha serie de valores e obxectivos comúns que non puideran ser modificábeis cada lexislatura.

    A ensinanza de linguas estranxeiras vai máis alá de formar individuos competentes para competir no mercado tal e como se recolle na LOMCE. Gustaríame saber que opinas ao respecto.

    Un sáudo compa! :)

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