Hola! En esta entrada vamos a seguir abordando el tema del Marco Común de Referencia para las lenguas, pero así como en la entrada anterior hablábamos de los niveles que establecía, hoy nos centraremos en las competencias.
Para empezar, vamos a establecer una diferenciación y a definir las competencias. Entendemos por competencia la suma de conocimientos, destrezas y características individuales que permiten a una persona realizar acciones. Diferenciamos entre competencias generales, que no se relacionan directamente con la lengua pero podemos recurrir a ellas para acciones de todo tipo; o competencias comunicativas que posibilitan a una persona actuar utilizando específicamente medios lingüísticos. Dentro de las competencias generales encontramos:
Conocimiento declarativo (saber): abarca el saber en general, ya sea proveniente de la experiencia o de un aprendizaje formal. Se puede dividir de acuerdo a tres parámetros:
- Conocimiento del mundo: a medida que crecemos adquirimos información que condiciona nuestro entorno. Este aprendizaje evoluciona y se adapta a lo largo de la vida.
- Conocimiento sociocultural: es el conocimiento de la sociedad en donde se habla la lengua aprendida, por ejemplo la vida diaria, las condiciones de vida, las relaciones personales, los valores, creencias y actitudes, el lenguaje corporal, las convenciones sociales o comportamiento ritual.
- Consciencia intercultural: las similitudes y diferencias entre el lugar de origen y el lugar objeto de estudio. muchas veces cayendo en estereotipos.
Destrezas y habilidades (saber hacer):
- Interculturales: la capacidad de relacionar la cultura de origen con la aprendida, capacidad para establecer contacto con personas de otras culturas abordando malentendidos o situaciones conflictivas y capacidad de superar estereotipos.
Competencia “existencial” (saber ser): comprende los factores relacionados con la personalidad, actitudes, motivaciones, valores o creencias del estudiantado que afectan a la comunicación y a la capacidad de aprender.
Capacidad de aprender (saber aprender): capacidad del alumnado de observar y participar en nuevas experiencias incorporando nuevos conocimientos o modificando los existentes, aumentando su independencia y eficacia. Se diferencian cuatro componentes:
- Reflexión sobre el sistema de la lengua y la comunicación: conocimiento y comprensión de los principios de organización de una lengua.
- Reflexión sobre el sistema fonético: distinguir/producir sonidos, percibir secuencias de sonidos desconocidas, etc.
- Destrezas de estudio: usar de forma eficaz de las oportunidades de aprendizaje.
- Destrezas de descubrimiento y análisis: adaptarse a la nueva experiencia y ejercer las competencias correspondientes, comprendiendo y transmitiendo la nueva información usando las TIC.
Competencias comunicativas:
- Lingüística:
Competencia léxica: conocimiento del vocabulario de una lengua y capacidad para utilizarlo. Incluye elementos léxicos (expresiones hechas o polisemia) o gramaticales (artículos, demostrativos, posesivos, conjunciones, etc.)
Competencia gramatical: conocimiento de los recursos gramaticales de una lengua y la capacidad de utilizarlos. Incluye la morfología o la sintaxis.
Competencia semántica: léxica, que trata asuntos relacionados con el significado de las palabras; gramatical, que trata el significado de los elementos, categorías, estructuras y procesos gramaticales; y pragmática, que trata el significado de las relaciones lógicas (organización del discurso y su función, etc.).
Competencia fonológica: conocimiento y destreza en la percepción y producción de fonemas y alófonos, los rasgos fonéticos que distinguen fonemas, composición fonética de las palabras, prosodia o reducción fonética.
Competencia ortografica: percepción y producción de los símbolos de los que se componen los textos escritos. Para las lenguas europeas, el alumnado debería percibir y producir las formas de las letras, la ortografía correcta de las palabras, signos de puntuación, etc.
- Sociolinguistica:
Marcadores linguisticos de relaciones sociales: ej. uso y elección del saludo, formas de tratamiento, turnos de palabra, interjecciones, etc.
Normas de cortesía: ej. compartir experiencias y preocupaciones, disculparse, expresar impaciencia, etc.
Expresiones de sabiduría popular: ej. refranes, modismos, comillas coloquiales, frases estereotipadas, etc.
Dialecto y acento: determinados por la clase social, la procedencia regional, el grupo étnico, la ocupación profesional, etc.
Registro: diferencias en el nivel de formalidad.
Comunicación no verbal: gestos y acciones o acciones paralingüísticas (lenguaje corporal, sonidos extralingüísticos o cualidades prosódicas).
- Pragmática: conocimiento que posee el alumno de los principios según los cuales los mensajes se organizan, se estructuran y se ordenan; se utilizan para realizar funciones comunicativas; y se secuencian según esquemas de interacción y de transacción. Por ejemplo la flexibilidad ante circunstancias dadas, los turnos de palabra, la coherencia y cohesión, la precisión preposicional o la fluidez oral. Existen dos tipos: discursiva y funcional.
Como conclusión, quería hacer una breve reflexión sobre la importancia de impartir no solo contenido léxico y gramatical en las aulas, sino también contenido cultural. Saber la cultura del país o países de la lengua que estás aprendiendo me parece de suma importancia para lograr una comunicación efectiva y adecuada. Existen numerosas actividades y métodos para que el alumnado aprenda la cultura de un país y lograr así desarrollar todas las competencias de las que hemos hablado en esta entrada. Para finalizar, dejo este vídeo que os puede resultar muy interesante sobre la competencia comunicativa:
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